ENFERMEDADES DEL VIAJERO

Botulismo

La enfermedad botulismo o neuroparalítica es causada por la exotoxina de un microorganismo anaerobio productor de esporas llamado Clostridium botulinum. La toxina botulínica es el veneno biológico más potente que se conoce. El reservorio principal de C. botulinum es el suelo, pero lo son también el agua y el intestino de los animales.

 

Características clínicas del botulismo

El botulismo, visto desde el punto de vista clínico se caracteriza por tener tres formas distintas:

 

Intoxicación alimentaria

Esta es la forma clínica más frecuente, su período de incubación varía, según la cantidad de toxina ingerida, desde 18-36 horas hasta una semana o más. Se produce por la ingestión de alimentos con toxina preformada.

La mayoría de las veces puede deberse a conservas caseras o alimentos precocinados y en algunas ocasiones a conservas comerciales. Suele aparecer en brotes. Las conservas que con mayor frecuencia dan lugar a brotes son las vegetales, siendo particularmente peligrosas las alcalinas como las de judías verdes, espárragos o pimientos.

También tienen importancia otros alimentos como jamones, paletillas, conservas o semiconservas de pescado. Es importante destacar que la presencia de toxina botulínica habitualmente no se acompaña de alteraciones en el aspecto, olor o sabor del alimento.

 

Heridas infectadas

Una forma clínica de descubrir si un paciente tiene botulismo es la que se produce por la infección de heridas, tanto traumáticas como quirúrgicas, produciendo manifestaciones semejantes a las de la intoxicación alimentaria. También se han descrito casos por uso de cocaína inyectable o por inhalación.

 

En pacientes lactantes

El botulismo del lactante aparece sobre todo en los seis primeros meses de vida, se ha relacionado con el consumo de miel, jarabes azucarados y presencia de un ambiente polvoriento.

Los síntomas que se producen son muy diversos, desde estreñimiento hasta muerte súbita, pero lo más frecuente es el llamado síndrome del lactante fláccido, con disminución de la succión, llanto débil, letargia y pérdida del dominio postural de la cabeza. También puede producir alteraciones respiratorias.

 

En pacientes adultos

En pacientes adultos se han descrito cuadros de botulismo por colonización de la bacteria, favorecida ésta por la alteración ecológica de la flora fecal, en relación con la cirugía y el uso de antibióticos.

 

¿Cuáles son los síntomas generales del botulismo?

Inicialmente hay cefalea, náuseas, vértigo y posteriormente, afectación de los pares craneales apareciendo alteraciones en la visión, afonía y sequedad de mucosas. La diarrea es poco frecuente o simplemente no existe, al igual que la fiebre.

El paciente durante todo el cuadro conserva la sensibilidad y el conocimiento. La aparición de parálisis de los músculos respiratorios puede llegar a producir paro respiratorio.

 

Tratamientos para el botulismo

El tratamiento consiste en combatir los síntomas, la limpieza a fondo de las heridas, la administración de antitoxina botulínica y el uso de antibióticos específicos.

La intoxicación de origen doméstico se evita usando para las conservas de alimentos correctamente lavados, recipientes estériles, y, sobre todo, sistemas térmicos a presión adecuados para su esterilización.