Es una zoonosis producida por bacterias del género Brucella, que habitualmente suelen transmitirse al hombre a partir de los animales domésticos (cabras, ovejas, vacas, cerdos, camellos). También se la denomina fiebre de Malta o fiebre ondulante.
Microbiología
Existen cuatro especies de Brucella que producen infección en el hombre:
- Melitensis, la más patógena, B. melitensis es la especie responsable de la mayor parte de los casos de brucelosis en España y países mediterráneos.
- Suis, afecta principalmente al ganado porcino
- Abortus, En Africa y en Centro y Sudamérica infecta predominantemente a cabras y ovejas. B. abortus afecta fundamentalmente al hombre en zonas del norte y centro de Europa; es responsable de la brucelosis bovina.
- Canis.
Mecanismo de transmisión
La brucelosis tiene una distribución mundial. En los países con un nivel sanitario alto la enfermedad es de carácter casi exclusivamente profesional. Las posibles fuentes de adquisición de la infección son:
- Contagio directo, a partir de animales infectados, mediante contacto con la piel y las mucosas, inhalación de aerosoles e inoculación accidental. Este tipo de contagio ocurre principalmente en personal que trabaja con animales (veterinarios, matarifes, pastores, etcétera).
- contagio indirecto, por ingestión de leche y derivados no pasteurizados, siendo éste el mecanismo más frecuente en la población general y también en los viajeros.
Presentación clínica
Asintomática |
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Sintomática |
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Complicaciones |
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Diagnóstico
La diversidad de manifestaciones clínicas que presenta la brucelosis dificulta el establecimiento de un diagnóstico basado exclusivamente en la clínica y es preciso recurrir al diagnóstico por métodos de laboratorio.
Tratamiento
La terapia más adecuada para esta infección es el empleo de antimicrobianos:
- Tetraciclinas
- Aminoglucósidos
El principal problema en el tratamiento de estos enfermos deriva de las frecuentes recaídas y la tendencia a evolucionar hacia la cronicidad debido a que las Brucellas se comportan como parásitos intracelulares, siendo más difícil erradicarlas.
Son varios los esquemas de tratamiento propuestos, casi todos ellos basados en el empleo de más de un antimicrobiano, utilizando fundamentalmente aquellos con capacidad de penetración intracelular, además, el tratamiento debe mantenerse durante un tiempo prolongado.
Prevención
La mejor manera de prevenir una infección por Brucella en los viajes consiste en evitar tomar leche y derivados (yogurt, quesos, requesón, etc) si no sabemos con seguridad que la leche ha sido previamente hervida o pasteurizada.