La peste neumónica es una infección grave pero extremadamente infrecuente producida por Yersinia pestis.
La enfermedad cursa en forma de brotes epidémicos, generalmente coincidiendo con guerras o desastres naturales (terremotos, etc).
Mecanismo de transmisión
La infección se transmite por vía respiratoria, siendo altamente contagiosa y produciendo un cuadro neumónico grave, sin embargo, la forma más frecuente de peste, la peste bubónica, se origina por la picadura de la pulga de las ratas (Xenopsila cheopis), que son capaces de transmitir la enfermedad.
El riesgo para el viajero es mínimo, salvo que vaya a realizar un trabajo en una zona con epidemia.
En los últimos años ha habido casos de peste en África (Angola, Botswana, República Democrática del Congo, Kenia, Libia, Madagascar, Malawi, Mozambique, Sudáfrica, Tanzania, Uganda, Zambia y Zimbabwe), Asia (Myanmar, China, India, Kazahstan, Laos, Mongolia y Vietnam) y América (Bolivia, Brasil, Ecuador, Estados Unidos y Perú).
Prevención
Existe una vacuna contra la peste pero que ya no está disponible.
Los viajeros que por motivos de trabajo puedan tener riesgo deben considerar la toma de antibióticos profilácticos (doxiciclina o cotrimoxazol), el empleo de repelentes cutáneos y ropas impregnadas con insecticidas.
Un buen consejo es que cuando empiecen a aparecer roedores muertos por las calles o las ratas se caigan de los tejados enfermas se pongan “pies en polvorosa” porque la epidemia de peste está servida.