Infección crónica causada por micobacterias (M. tuberculosis, M. bovis, M. africanum), con afectación predominante pulmonar, pudiendo afectar al resto del organismo.
Mecanismo de transmisión
La transmisión suele producirse por vía aérea (gotitas de saliva) a partir de un paciente bacilífero (expulsión de bacilos en esputo). En países subdesarrollados con mal control de la tuberculosis bovina se puede transmitir a través de la leche.
Con la aparición del SIDA ha habido un aumento del número de casos y se ha confirmado la presencia de microorganismos resistentes a múltiples fármacos.
Presentación clínica
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Tuberculosis pulmonar
Suele ser el resultado de una reactivación tuberculosa afectando especialmente a los vértices pulmonares.
Síntomas
- Leve deterioro del estado general en ocasiones acompañado de febrícula.
- Tos.
- Ligera dificultad respiratoria.
- Derrame pleural.
- Raramente hemoptisis al inicio del cuadro.
Evolución
La evolución dependerá del estado y la edad del paciente siendo más activa en pacientes con SIDA, diabetes o cáncer.
Diagnóstico
El diagnóstico se hace con la radiografía de tórax, el cultivo del bacilo en esputo y la prueba de tuberculina (Mantoux).
Se deben descartar otras afecciones extrapulmonares como por ejemplo nerviosa (meningitis), miliar (diseminada a través de la sangre con patrón característico en la radiografía de tórax), genitourinaria (renal, vesical, trompas de Falopio), peritoneal y pericárdica, ganglionar, ósea, gastrointestinal, hepática, etc.
Tratamiento
Profilaxis
La profilaxis se realiza con isoniazida (INH) 300 mg/d, durante 6-12 meses. Está indicado en personas con prueba de la tuberculina que se haya positivizado (induración mayor o igual a 15 mm.)
En los últimos dos años, también en los pacientes infectados por el virus del SIDA con una prueba de tuberculina mayor de 5 mm. Con la prueba de tuberculina de 10 mm se indicará quimioprofilaxis a los diabéticos, gastrectomizados, o pacientes en tratamiento crónico con corticoides, que presenten signos de tuberculosis antigua en la radiografía de tórax. En los niños las dosis que se utilizan son de 10 mg/Kg./d, hasta una dosis máxima de 300 mg.
Tratamiento con fármacos
Para el tratamiento se recomienda la asociación de tres o cuatro fármacos. Las dosis y el tiempo de administración varían según el medicamento, la afectación tuberculosa y el paciente. Cuando aparecen resistencias se utilizan hasta un cuarto y quinto medicamento